11 de julio de 2013

HÁBITOS SALUDABLES. ¿Otra noche sin dormir?


NOCHES EN BLANCO…

El calor acumulado en las casas hace que nos sintamos más apagados y cansados, que nos despertemos con la sensación de no haber dormido y que, muchas veces, nos sintamos irascibles a lo largo del día. El aire acondicionado nos ayuda a sobrellevarlo, pero no es muy saludable estar todo el día debajo de un aparato, y eso en el mejor de los casos. ¿Y los que no lo tenemos? Os preguntaréis, ¿estamos condenados a sufrir el calor sin ponerle remedio? No, no y no… 

¡Di adiós a esa sensación de pesadez constante y lánzate al verano de la forma más fresca y ligera!

Aquí os dejo algunos trucos:

    No más piernas cansadas y problemas de circulación. Algo muy sencillo y que todos podemos hacer: cuando llegues a casa, y antes de mojarte la cara y cuello para poder refrescarte, vete directamente al baño y date una ducha bien fría SÓLO de piernas. Notarás rápidamente cómo el calor de la cabeza disminuye y te sientes mucho más cómoda. No hace falta ni que te metas entera en la bañera, con sólo sentarte en el borde y pasarte la ducha fría, es suficiente. Verás cómo el estar en casa no se convierte en una auténtica pesadilla…Y no te olvides de repetirlo cuantas veces consideres necesario pero, sobretodo, ANTES DE ACOSTARTE. Un remedio fetén para dormir a pierna suelta sin sentirte como en una parrilla.

   No convertirte en pingüino…No hay que confundir aire acondicionado con viajar al Polo Norte sin haber cogido un avión. Si quieres evitar el dolor de garganta con los cambios de temperatura de dentro y de fuera, lo mejor es que aprendas a regularlo. ¿Realmente estás cómodo con el aire a 20º? Un consejo muy útil es poner el aire a unos 25-26º y echarse una siestecita sin tener miedo a sucumbir al resfriamiento estival. Consecuencia propia de vivir bajo un aparato de aire acondicionado y luego abrir la puerta de la calle sin pensar en la bofetada de calor que vamos a sentir.

Prácticalo sin miedo y ya nos contarás cómo te ha ido. 


¿A qué no sabías que…? La termorregulación es la capacidad que tiene el organismo para regular su temperatura, dentro de ciertos límites, incluso cuando la temperatura circundante es muy diferente. El término termorregulación se utiliza para describir los procesos que mantienen el equilibrio entre ganancia y pérdida de calor. Si se añade o quita una determinada cantidad de calor a un objeto, su temperatura aumenta o disminuye, respectivamente.