28 de enero de 2015

"¿Dónde estás? ¿Con quién? Mándame una foto" y otras frases de violencia de género asociadas a la tecnología


Navegando y buscando respuestas a las necesidades que para el fomento de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, y para la prevención y sensibilización de la violencia de género en Paracuellos nos hemos encontrado con este artículo de Miguel Ángel Parra Anguita en El Diario enlace

Habla sobre las nuevas facetas desde las que el machismo, la violencia de género asoma a través de las tecnologías






El MACHISMO ha encontrado en las nuevas tecnologías nuevas formas de seguir ejerciendo la violencia contra las mujeres, especialmente, contra las más jóvenes. 
Con internet, y su acceso cada vez más fácil y generalizado, la violencia de género se ha reinventado y han surgido nuevas herramientas a disposición de los agresores, sobre todo, a través de las redes sociales.

En la adolescencia las chicas y los chicos se preocupan mucho por la imagen que proyectan sobre su círculo. Por eso, estas técnicas tienen mucho más impacto a nivel emocional que en un adulto, pues "las redes sociales multiplican el descrédito ante los demás, la imagen pública de las chicas se destroza y repararla es mucho más difícil porque las redes sociales lo amplifican todo".

Estas son ALGUNAS DE LAS FRASES de las frases que se pueden escuchar:

  1. "Si me quieres, dame las claves del Twitter". Es una de las más habituales pues se basa en el argumento de que "no debe haber secretos en la pareja". El chico le pide a la chica las claves de su redes sociales y ejerce medidas de control sobre ella. Elige sus contactos, le pide que borre a quien no le interesa (ex novios, amigas "que le comen la cabeza"..). La aisla no sólo físicamente sino también en las redes sociales, impidiéndole que se comunique con su entorno.
  2. "Me hago pasar por ti en las redes sociales". Aunque la chica cambie las claves, él se hace con ellas y llega a suplantar su identidad en sus perfiles de redes sociales. Muchas veces, el joven llega a hacer declaraciones con el objetivo de dejarla en ridículo, comenta el estado de otros o escribe mensajes a otras personas haciéndose pasar por ella sin que los seguidores o amigos sepan que es él quien habla.
  3. "Como no lo hagas, subo a internet tus fotos sin sujetador". Es muy habitual la extorsión utilizando material con contenido erótico o fotos subidas de tono… Si la chica no hace lo que el chico le dice, él la amenaza con subirlas a internet o con colgarlas en las redes sociales para demostrar "lo zorra que es".
  4. "Conecta el geolocalizador". Otra práctica muy extendida es el control que el chico ejerce sobre la chica a través del geolocalizador del móvil. El objetivo es saber dónde está ella en todo momento y controlarla desde su teléfono.
  5. "¿Con quién estás? Mándame una foto por Whatsapp". Una forma bastante común de controlar a la chica es obligarla a hacerse fotos constantemente y hacer que se las envíe por mensajería instantánea, no sólo para saber dónde en cada momento, sino también para saber con quién está o incluso qué ropa lleva puesta. "En las relaciones adultas, puede haber convivencia. En los adolescentes, como no la hay, a veces el chico obliga a la chica a demostrarle dónde y con quién está. Incluso la hace conectarse a Skype a cualquier hora, hasta de madrugada, para comprobar que está en su casa".
  6. "Lo vamos a hacer como en las 'pelis' porno". Se ha detectado un aumentado de la violencia sexual en los adolescentes, "en parte porque la educación afectivo-sexual que han recibido los chicos, su modelo de sexualidad, es el porno". En este sentido muchas chicas cuentan que sus parejas las obligan a mantener relaciones sexuales sin preservativo, cuando a ellas no les apetece o en posturas que a ellas no les gustan, "y ellas sienten que tienen que estar encantadas, aunque la práctica sea denigrante". Todo esto repitiendo los esquemas del cine porno, al que acceden mucho más fácilmente que antes gracias a internet, lo que les permite consumirlo en sus habitaciones, en su ordenador, móvil o tablet. La mayoría de las veces, sin control de los adultos, ya que casi nadie tiene activados los filtros de control parental de internet. Esto ocurre bien por la propia soledad del joven (padre y madre trabajan y no reparan en eso) o bien por ignorancia (madre y padre pueden ser analfabetos digitales).